Este material es muy sencillo de mantener, ya que no se puede manchar si el proceso de sellado e impermeabilización se ha llevado a cabo correctamente. No obstante, es necesario realizar un mantenimiento periódico para garantizar una mayor durabilidad y una mejor amortización de sus propiedades estéticas. Simplemente debe limpiarse con agua y jabón neutro, aunque lo ideal si el microcemento se coloca en suelo es renovar la capa de protección del material aplicando ceras autobrillo diluidas en agua.